3 de enero de 2010

La Palabra se hizo carne y acampó entre nosotros..

En el principio ya existía la Palabra,
y la Palabra estaba junto a Dios,
y la Palabra era Dios.
La Palabra en el principio estaba junto a Dios.
Por medio de la Palabra se hizo todo,
y sin ella no se hizo nada de lo que se ha hecho.
En la Palabra había vida,
y la vida era la luz de los hombres.
La luz brilla en la tiniebla,
y la tiniebla no la recibió.
Surgió un hombre enviado por Dios,
que se llamaba Juan:
éste venía como testigo,
para dar testimonio de la luz,
para que por él todos vinieran a la fe.
No era él la luz,
sino testigo de la luz.
La Palabra era la luz verdadera,
que alumbra a todo hombre.
Al mundo vino, y en el mundo estaba;
el mundo se hizo por medio de ella,
y el mundo no la conoció.
Vino a su casa,
y los suyos no la recibieron.
Pero a cuantos la recibieron,
les da poder para ser hijos de Dios,
si creen en su nombre.
Éstos no han nacido de sangre,
ni de amor carnal,
ni de amor humano,
sino de Dios.
Y la Palabra se hizo carne
y acampó entre nosotros,
y hemos contemplado su gloria:
gloria propia del Hijo único del Padre,
lleno de gracia y de verdad.
Juan da testimonio de él
y grita diciendo:
«Este es de quien dije:
“El que viene detrás de mí
pasa delante de mí,
porque existía antes que yo.”»
Pues de su plenitud
todos hemos recibido,
gracia tras gracia.
Porque la ley se dio
por medio de Moisés,
la gracia y la verdad vinieron
por medio de Jesucristo.
A Dios nadie lo ha visto jamás:
Dios Hijo único,
que está en el seno del Padre,
es quien lo ha dado ha conocer.

2 comentarios:

  1. Recibir tu Palabra, acogerla cada día,
    adorarla hecha carne en este tiempo de Navidad,
    contemplarla, gustarla, saborearla, rumiarla,
    entrañarla en mi ser con un corazón sincero,
    desde una fe que se abre al misterio incomprensible
    de un Dios tan grande que se hace pequeño
    para hacerme hija en el Hijo..
    Gracias, Señor..

    ResponderEliminar
  2. La Palabra es la Luz verdadera
    que alumbra a todo hombre,
    A cuantos la reciben
    les da poder para ser hijos de Dios.

    Quiero recibirte, mi Luz,
    pero mi mente es pequeña,
    clasifica, juzga, pone precio,
    se cansa, flaquea, pone disculpas ...

    Dame Fe, y un corazón de niño, sencillo,
    donde no existan las barreras de la razón
    para poder llegar a Ser en Tú Luz,
    y para poder ser siempre fiel a Tú Palabra.

    ResponderEliminar