13 de febrero de 2010

Bienaventurados..


En aquel tiempo, Jesús bajó de la montaña y se detuvo con sus discípulos en un paraje llano; había una gran multitud de discípulos suyos y gran muchedumbre del pueblo, de toda Judea, de Jerusalén y de la región costera de Tiro y Sidón. Y Él, alzando los ojos hacia sus discípulos, decía: «Bienaventurados los pobres, porque vuestro es el Reino de Dios. Bienaventurados los que tenéis hambre ahora, porque seréis saciados. Bienaventurados los que lloráis ahora, porque reiréis. Bienaventurados seréis cuando los hombres os odien, cuando os expulsen, os injurien y proscriban vuestro nombre como malo, por causa del Hijo del hombre. Alegraos ese día y saltad de gozo, que vuestra recompensa será grande en el cielo. Pues de ese modo trataban sus padres a los profetas.

»Pero ¡ay de vosotros, los ricos!, porque habéis recibido vuestro consuelo. ¡Ay de vosotros, los que ahora estáis hartos!, porque tendréis hambre. ¡Ay de los que reís ahora!, porque tendréis aflicción y llanto. ¡Ay cuando todos los hombres hablen bien de vosotros!, pues de ese modo trataban sus padres a los falsos profetas».

2 comentarios:

  1. Las bienaventuranzas..
    Las bendiciones del revés..
    La felicidad trastocada..
    La Carta Magna del Reino..
    Las bienaventuranzas son TAREA+DON..
    Hay que hacerlo todo
    como si dependiera de nosotros,
    sabiendo q todo depende d Dios..

    ResponderEliminar
  2. Dichosos los pobres, los que
    tenéis hambre, los que lloráis,
    no por ser pobres pasar hambre
    o llorar, sino por no ser causa
    de que otros lo sufran.
    Dichosos porque a pesar de todo,
    podéis seguir creciendo en
    humanidad.

    ResponderEliminar