7 de febrero de 2010

Milagro cotidiano..

En aquel tiempo, cuando Jesús y sus discípulos hubieron terminado la travesía, llegaron a tierra en Genesaret y atracaron. Apenas desembarcaron, le reconocieron en seguida, recorrieron toda aquella región y comenzaron a traer a los enfermos en camillas adonde oían que Él estaba. Y dondequiera que entraba, en pueblos, ciudades o aldeas, colocaban a los enfermos en las plazas y le pedían que les dejara tocar la orla de su manto; y cuantos la tocaron quedaban salvados.

2 comentarios:

  1. Se acercan a ti, Señor,
    convencidos de que van a recibir bien..
    Convencidos de que el encuentro
    contigo es fuente de dicha..
    Que tu mano infunde vida..
    Que tu mirada recrea..
    Que tu persona transforma..
    Se acercan a ti con sencillez,
    con humildad, sin exigir,
    conformándose solo con tocar
    el borde de tu manto..
    Así me quiero acercar yo, Señor..

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  2. El objetivo vital de todo
    seguidor de Jesús, hoy como
    ayer, es que se le reconozca
    por sus buenas obras.

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