- «No creáis que he venido a abolir la Ley y los profetas: no he venido a abolir, sino a dar plenitud.Os aseguro que antes pasarán el cielo y la tierra que deje de cumplirse hasta la última letra o tilde de la Ley. El que se salte uno solo de los preceptos menos importantes, y se lo enseñe así a los hombres será el menos importante en el reino de los cielos. Pero quien los cumpla y enseñe será grande en el reino de los cielos.»
Cuántas veces nos empeñamos en enseñar a otros cosas que nosotros mismos no llevamos a cabo! No puede ser.. Si queremos enseñar es porque estamos convencidos de que es bueno.. Si estamos convencidos de que es bueno, lo hemos hecho nuestro, lo hemos llevado a nuestra vida, lo ponemos en práctica..Señor, danos coherencia para vivir con autenticidad aquello que creemos..
ResponderEliminarEl hombre nuevo,da gusto y sentido a las cosas. Se entrega generosamente.Vive en armonia.Habla con sencillez y franqueza.Hace el bien en lugar del mal.Ama .Actua con humildad.Reza con sencillez porque habla a su PADRE.Confia en DIOS y busca la justicia.Construyamos nuestro ser sobre un base solida y autentica.
ResponderEliminarDios ha manifestado su voluntad a la
ResponderEliminarhumanidad a través de los siglos de
generación en generación.
El ejemplo de fe de quienes creyeron,
es lo que tenemos que hacer presente
también hoy.
Jesús impuso una mayor exigencia
ResponderEliminarde la ley, no matar, sino ni insultar,
no solo la ley del talión, sino
generosidad sin límites, nada de odio
al enemigo, sino amor sin límites.
La plenitud de la ley es el amor.