12 de marzo de 2010

Señor, ten misericordia de mi, que soy un pecador..

En aquel tiempo, a algunos que, teniéndose por justos, se sentían seguros de sí mismos y despreciaban a los demás, dijo Jesús esta parábola:

- «Dos hombres subieron al templo a orar. Uno era fariseo; el otro, un publicano. El fariseo, erguido, oraba así en su interior: "¡Oh Dios!, te doy gracias, porque no soy como los demás: ladrones, injustos, adúlteros; ni como ese publicano. Ayuno dos veces por semana y pago el diezmo de todo lo que tengo."
El publicano, en cambio, se quedó atrás y no se atrevía ni a levantar los ojos al cielo; sólo se golpeaba el pecho, diciendo: "¡Oh Dios!, ten compasión de este pecador."
Os digo que éste bajó a su casa justificado, y aquél no. Porque todo el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.»

3 comentarios:

  1. Repetir estas palabras
    del publicado con cada respiración..
    Repetir estas palabras
    con el latir del corazón..
    Repetir tu nombre, Señor,
    que me da la vida..
    Sentir tu Misericordia y transmitirla..

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  2. Padre, sé que tu no me perdonas
    porque yo haga cosas, sino cuando
    acepto con humildad mi realidad,
    ante Ti y mis hermanos.
    Gracias Padre.

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  3. Sólo admitiendo nuestra debilidad,
    podemos presentarnos ente el Señor
    de la misericordia con la confianza
    de obtener su perdón.

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