18 de junio de 2010

No os agobiéis por el mañana..

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: -«Nadie puede estar al servicio de dos amos. Porque despreciará a uno y querrá al otro; o, al contrario, se dedicará al primero y no hará caso del segundo. No podéis servir a Dios y al dinero. - Por eso os digo: No estéis agobiados por la vida, pensando qué vais a comer o beber, ni por el cuerpo, pensando con qué os vais a vestir. ¿No vale más la vida que el alimento, y el cuerpo que el vestido? Mirad a los pájaros: ni siembran, ni siegan, ni almacenan y, sin embargo, vuestro Padre celestial los alimenta. ¿No valéis vosotros más que ellos? ¿Quién de vosotros, a fuerza de agobiarse, podrá añadir una hora al tiempo de su vida? ¿Por qué os agobiáis por el vestido? Fijaos cómo crecen los lirios del campo: ni trabajan ni hilan. Y os digo que ni Salomón, en todo su fasto, estaba vestido como uno de ellos. Pues, si a la hierba, que hoy está en el campo y mañana se quema en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más por vosotros, gente de poca fe? No andéis agobiados, pensando qué vais a comer, o qué vais a beber, o con qué os vais a vestir. Los gentiles se afanan por esas cosas. Ya sabe vuestro Padre del cielo que tenéis necesidad de todo eso. Sobre todo buscad el reino de Dios y su justicia; lo demás se os dará por añadidura. Por tanto, no os agobiéis por el mañana, porque el mañana traerá su propio agobio. A cada día le bastan sus disgustos. »

2 comentarios:

  1. Toda la semana, Señor,
    me llamas como Señor de mi vida
    y vas poniendo,luces para que guíen mi vida..
    Llamadas de atención, consejos,
    evidencias tan difíciles
    de llevar a la práctica..
    Evangelio destilado..
    Para seguir a tu servicio
    y no estar atento a otros dioses..
    Asi me llamas, Señor,
    y una vez más, con paciencia infinita,
    me vas mostrando el camino..
    Sobre todo buscad el reino de Dios
    y su justicia;
    lo demás se os dará por añadidura..

    ResponderEliminar
  2. Un corazón dividido es un corazón
    inquieto.
    Cuando intentamos adorar a Dios y
    al dinero no conseguimos centrarnos,
    ni encontrar la paz que necesitamos.
    Nos sentimos lejos de Dios, asidos
    a un puñado de arena.
    Para ser verdaderamente felices hemos
    de buscar a Dios por encima de todo.

    ResponderEliminar