20 de septiembre de 2010

Sígueme..

En aquel tiempo, vio Jesús al pasar a un hombre llamado Mateo, sentado al mostrador de los impuestos, y le dijo: «Sígueme.»

Él se levantó y lo siguió. Y, estando en la mesa en casa de Mateo, muchos publicanos y pecadores, que habían acudido, se sentaron con Jesús y sus discípulos. Los fariseos, al verlo, preguntaron a los discípulos: «¿Cómo es que vuestro maestro come con publicanos y pecadores?»
Jesús lo oyó y dijo: «No tienen necesidad de médico los sanos, sino los enfermos. Andad, aprended lo que significa "misericordia quiero y no sacrificios": que no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores.»

3 comentarios:

  1. SÍGUEME..
    Apenas una palabra y estás manifestando, Señor,
    todo el amor de elección que me regalas..
    la fuente inagotable que me ofreces..
    El camino por el que quieres que vaya,
    que no es otro que tú mismo..
    Sígueme..
    Cada día, en cada instante,
    en cada latir de mi corazón me estás llamando,
    para que mi vida sea una respuesta inmediata,
    como la de Mateo, a la llamada de tu amor..

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  2. "No he venido a llamar a justos,
    sino a pecadores".
    A todos ha venido a llamar Jesús,
    porque todos somos enfermos.
    Para seguir a Jesús es imprescindible
    reconocernos pecadores.

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  3. Nuestra misión es hablar por aquellos
    que no pueden hablar por sí mismos,
    curar a aquellos que no pueden curarse
    a sí mismos, dar de comer a aquellos
    que no pueden alimentarse a sí mismos.
    Ésas son las personas que quieren
    vernos como a Jesús en sus vidas.

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