12 de octubre de 2010

Ay, de vosotros..

En aquel tiempo, dijo el Señor: «¡Ay de vosotros, fariseos, que pagáis el diezmo de la hierbabuena, de la ruda y de toda clase de legumbres, mientras pasáis por alto el derecho y el amor de Dios! Esto habría que practicar, sin descuidar aquello. ¡Ay de vosotros, fariseos, que os encantan los asientos de honor en las sinagogas y las reverencias por la calle! ¡Ay de vosotros, que sois como tumbas sin señal, que la gente pisa sin saberlo!»

Un maestro de la Ley intervino y le dijo: «Maestro, diciendo eso nos ofendes también a nosotros.»
Jesús replicó: «¡Ay de vosotros también, maestros de la Ley, que abrumáis a la gente con cargas insoportables, mientras vosotros no las tocáis ni con un dedo!»

2 comentarios:

  1. Tu mensaje a veces me desconcierta, porque es verdad y me hablas directamente.
    Humilde y sencillo en contra de la apariencia y el orgullo
    Ayúdame a vivir con coherencia el mensaje, para ser valiente cuando las circunstancias sean dífiles.

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  2. Pagar el diezmo, ayunar, orar
    y ofrecer sacrificios en el
    templo forman parte importante
    de la vida de los creyentes.
    Sin embargo, si somos injustos
    en el trato con los demás, o
    nuestra relación con Dios es
    más formal que personal,
    nuestras prácticas religiosas
    no sirven para nada.

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