17 de octubre de 2010

Pocos obreros y mucha mies..

En aquel tiempo, designó el Señor otros setenta y dos y los mandó por delante, de dos en dos, a todos los pueblos y lugares adonde pensaba ir él.

Y les decía: «La mies es abundante y los obreros pocos; rogad, pues, al dueño de la mies que mande obreros a su mies. ¡Poneos en camino! Mirad que os mando como corderos en medio de lobos. No llevéis talega, ni alforja, ni sandalias; y no os detengáis a saludar a nadie por el camino. Cuando entréis en una casa, decid primero: "Paz a esta casa." Y si allí hay gente de paz, descansará sobre ellos vuestra paz; si no, volverá a vosotros. Quedaos en la misma casa, comed y bebed de lo que tengan, porque el obrero merece su salario. No andéis cambiando de casa. Si entráis en un pueblo y os reciben bien, comed lo que os pongan, curad a los enfermos que haya, y decid: "Está cerca de vosotros el reino de Dios."»

4 comentarios:

  1. Llegamos a la vida y empiezan nuestros pasos,
    que no pararán hasta nuestro final..
    El camino es gesto y quietud;
    es silencio y palabra..
    Y Lucas, mostrándonos a Aquel que es el CAMINO,
    nos hace escuchar la voz firme del Maestro:
    ¡poneos en camino!..
    QUEDA MUCHO POR HACER..

    ResponderEliminar
  2. Ponte en camino , despréndete de todo lo que te va a dificultar caminar
    Acoge, escucha, consuela ,acompaña, sirve,
    comparte lo que has descubierto,
    y como te vas liberando de todo lo que te impide amar.
    “EL” esta cerca de nosotros dándonos la fuerza necesaria para hacer mas humana la vida.

    ResponderEliminar
  3. Haz, Señor, que,
    a pesar de nuestras inseguridades,
    de nuestras vacilaciones,
    de nuestros miedos,
    nos arriesguemos a dar la mano
    a quienes necesiten nuestra ayuda
    para que, agarrados a ti,
    logremos caminar un día,todos juntos,
    y llegar a el corazón del Padre.

    ResponderEliminar
  4. Jesús no quiere imponerse a nadie
    ni que le impongamos.
    Debemos enfrentarnos a un mundo
    indiferente y a veces cruel con
    mansedumbre y valentía.
    Hemos de estar en el mundo como
    lo hizo Jesús: conquistándolo no
    con la espada, sino con el amor.

    ResponderEliminar