18 de noviembre de 2010

Una casa y no una cueva..

En aquel tiempo, entró Jesús en el templo y se puso a echar a los vendedores, diciéndoles:

-«Escrito está: "Mi casa es casa de oración"; pero vosotros la habéis convertido en una "cueva de bandidos."»
Todos los días enseñaba en el templo.
Los sumos sacerdotes, los escribas y los notables del pueblo intentaban quitarlo de en medio; pero se dieron cuenta de que no podían hacer nada, porque el pueblo entero estaba pendiente de sus labios.

3 comentarios:

  1. Rumio tu palabra, la digiero,
    y me escuecen las entrañas..
    Así es tu palabra, Señor,
    que cae como la lluvia y fecunda mi tierra..
    Y hace que me abra para que germine la semilla..
    Y alabrirme me rompo, me duele..
    Porque me llamas a proclamar tu verdad..

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  2. Acercarse a la Palabra como un momento de escucha …..
    Dios que nos habla al corazón y nos enseña a vivir como personas libres y responsables, comprometidas con su Palabra
    Es una palabra que consuela, que da esperanza, que anima a vivir.
    Ser libre no siempre es fácil.
    Supone tomar decisiones arriesgadas, servir a la fraternidad con riesgo de la propia vida,
    dar la vida por los demás.
    Supone crecer como persona, dejar de ser niños tomar decisiones, asumiendo sus consecuencias.
    No siempre es fácil, pero contamos con la energía y la gracia de Dios, con su perdón y su misericordia

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  3. A diferencia de muchos de
    nosotros, que tememos perder
    nuestra reputación, Jesús
    nunca dudó un instante en
    llamar la atención de la
    sinagoga o del estado para
    que fuera como debían ser:
    juntos, generosos, compasivos
    y honrados con todos.
    Ser profetas también es parte
    de nuestra misión.

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