Al oírlo, toda la gente, incluso los publicanos, que habían recibido el bautismo de Juan, bendijeron a Dios. Pero los fariseos y los maestros de la ley, que no habían aceptado su bautismo, frustraron el designio de Dios para con ellos.
15 de diciembre de 2010
Nadie es más grande q Juan..
Al oírlo, toda la gente, incluso los publicanos, que habían recibido el bautismo de Juan, bendijeron a Dios. Pero los fariseos y los maestros de la ley, que no habían aceptado su bautismo, frustraron el designio de Dios para con ellos.
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Preceder es llegar antes,
ResponderEliminarpreparar el camino y,
después, desaparecer..
Juan, es el verdadero profeta..
Su misión es señalar..
Y hacerlo en la dirección correcta..
Detrás de él,
viene “el más importante”..
En nuestro tiempo tan lleno de problemas, increencia, de ataques, de abandonos….
ResponderEliminarHay entre nosotros auténticos profetas, que nos ayudan a mantener viva nuestra esperanza.
Que nos acompañan en el camino hacia el encuentro con el Señor
Que son fieles a la palabra y son coherentes con su vida
Para reconocerlos contamos con la ayuda del Espíritu
Nosotros como Juan, tenemos la misión de ser los mensajeros de Jesús y preparar el camino ante El.
Seamos valientes……adelante….si de verdad tenemos algo…..hay que compartirlo
no podemos callar, lo que recibimos como buena noticia.
Por mucho que hagan las grandes
ResponderEliminarpersonalidades del mundo, por
mucho que sean exaltados los
poderoso de la tierra -reyes o
consejeros, millonarios o políticos-,
Dios reserva la verdadera "grandeza"
para quienes dan su vida por el bien
de los demás.
Cuando esto es así, incluso la política
se hace pura, y el poder santo.