13 de diciembre de 2010

Voy Señor pero no fue..

En aquel tiempo, dijo Jesús a los sumos sacerdotes y a ancianos del pueblo: «¿Qué os parece? Un hombre tenía dos hijos. Se acercó primero y le dijo: "Hijo, ve hoy a trabajar en la viña." Él le contestó: "No quiero." Pero después recapacitó y fue. Se acercó al segundo y le dijo lo mismo. Él le contestó: "Voy, señor. " Pero no fue. ¿Quién de los dos hizo lo que quería el padre?»

Contestaron: «El primero.»
Jesús les dijo: «Os aseguro que los publicanos y las prostitutas os llevan la delantera en el camino del reino de Dios. Porque vino Juan a vosotros enseñándoos el camino de la justicia, y no le creísteis; en cambio, los publicanos y prostitutas le creyeron. Y, aun después de ver esto, vosotros no recapacitasteis ni le creísteis.»

4 comentarios:

  1. Somos libres de actuar en cada momento,
    pero también de rectificar, y eso, al
    final, es lo que Dios valora.
    Los errores que cometemos nos pueden
    ayudar a encontrar el verdadero camino.

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  2. La autenticidad o coherencia es uno de
    los pilares de la vida espiritual.
    Aquellos que presumen de ser buenos de
    cara a la galería se engañan a sí mismos.
    Dios ama a los que luchan, caen y se
    levantan para volver a intentarlo de nuevo.

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  3. Somos limitados ,es parte de nuestra naturaleza.
    No podemos pretender ni para nosotros ni para los demás, ser perfectos.
    Todo lo que somos lo hemos conseguido a base de corregir errores.
    Jesus nos dice: no importa que falles, lo importante es que descubras tus fallos, y los corrija.

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  4. “Dijo: no quiero; pero después, recapacitó y fue”.
    Si a la primera no somos capaces de decir “sí”,
    Dios acepta siempre nuestra rectificación.
    No deben preocuparnos las equivocaciones.
    Nos debe preocupar que seamos incapaces de rectificar.
    Ante Dios, lo importante no es hablar, sino hacer.

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