19 de enero de 2011

Les prohibía que le diesen a conocer..

En aquel tiempo, Jesús se retiró con sus discípulos a la orilla del lago, y lo siguió una muchedumbre de Galilea. Al enterarse de las cosas que hacia, acudía mucha gente de Judea, de Jerusalén y de Idumea, de la Transjordania, de las cercanías de Tiro y Sidón. Encargó a sus discípulos que le tuviesen preparada una lancha, no lo fuera a estrujar el gentío. Como había curado a muchos, todos los que sufrían de algo se le echaban encima para tocarlo. Cuando lo veían, hasta los espíritus inmundos se postraban ante él, gritando: «Tú eres el Hijo de Dios.» Pero él les prohibía severamente que lo diesen a conocer.

3 comentarios:

  1. Jesús se retira del tumulto de la sinagoga a la orilla del lago, al lugar tranquilo, del trabajo, el lugar de la llamada.. Le sigue una gran multitud, lo necesitan.. Me pregunto por qué a nosotros nos falta a veces esa pasión por Jesús.. ¿Es que sólo en situaciones límite de la vida despierta nuestro deseo por Él? ¿Es que estamos tan acomodados creyendo que lo tenemos todo que ya hemos dejado de buscarle? Me gustaría que en nosotros se despertara el deseo de “apretujar” a Jesús, como la multitud de hoy..

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  2. Aquí estoy Señor para servirte, para ayudarte en la construcción del Reino.
    Quiero ser alivio para el que sufre,
    Luz para el que te busca,
    Consuelo para el que llora,
    Esperanza para el que se siente agobiado.
    Dame fuerza para oír “TU” llamada, seguirte, a pesar de mis limitaciones .

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  3. Ha aparecido un hombre que está
    abierto a todos. Jesús es como
    un pan que se deja devorar y sus
    palabras son un bálsamo que cura.
    Una multitud hambrienta de ser
    tenida en cuenta, de encontrar
    a alguien que los aceptase como
    eran y no como deberían ser, se
    echaba encima de él para tocarlo.

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