19 de marzo de 2011

II.- Montaña..

En aquel tiempo, Jesús tomó consigo a Pedro, a Santiago y a su hermano Juan y se los llevó aparte a una montaña alta. Se transfiguró delante de ellos, y su rostro resplandecía como el sol, y sus vestidos se volvieron blancos como la luz. Y se les aparecieron Moisés y Elías conversando con él.
Pedro, entonces, tomó la palabra y dijo a Jesús: «Señor, ¡qué bien se está aquí! Sí quieres, haré tres tiendas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías.»
Todavía estaba hablando cuando una nube luminosa los cubrió con su sombra, y una voz desde la nube decía: «Éste es mi Hijo, el amado, mi predilecto. Escuchadlo.» Al oírlo, los discípulos cayeron de bruces, llenos de espanto.
Jesús se acercó y, tocándolos, les dijo: «Levantaos, no temáis.» Al alzar los ojos, no vieron a nadie más que a Jesús, solo.
Cuando bajaban de la montaña, Jesús les mandó: «No contéis a nadie la visión hasta que el Hijo del hombre resucite de entre los muertos.»

1 comentario:

  1. A lo mejor no es arriba, sino dentro..
    A lo mejor la luz está dentro..
    A lo mejor la palabra del Padre resuena dentro,
    y te repite: Sí, hijo mío..
    A lo mejor la alegría viene de dentro..
    A lo mejor , Dios mío, todo está dentro..
    ¿Dónde está el Tabor?
    No sé.. P
    Pero lo encontrarás
    si lo buscas de veras,
    si te abres a la luz,
    si te dejar guiar por el amor;
    o tal vez no lo encuentres,
    tal vez se te regale
    cuando dejes de buscarlo,
    o tal vez la misma búsqueda sea un Tabor..

    ResponderEliminar