26 de octubre de 2011

¡Jerusalén, Jerusalén!

En aquella ocasión, se acercaron unos fariseos a decirle: -«Márchate de aquí, porque Herodes quiere matarte.» Él contestó:
-«ld a decirle a ese zorro: "Hoy y mañana seguiré curando y echando demonios; pasado mañana llego a mi término."
Pero hoy y mañana y pasado tengo que caminar, porque no cabe que un profeta muera fuera de Jerusalén.
¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los que se te envían!
¡Cuántas veces he querido reunir a tus hijos, como la clueca reúne a sus pollitos bajo las alas! Pero no habéis querido.
Vuestra casa se os quedará vacía.
Os digo que no me volveréis a ver hasta el día que exclaméis: "Bendito el que viene en nombre del Señor." »

2 comentarios:

  1. Rm 8, 30 ss ¿Quién podrá apartarnos del amor de Cristo?

    Ni el propio desamor
    nos puede apartar de tu amor..
    Una amor sin principio ni fin..
    Un amor generado antes de la creación del mundo..
    Un amor que nos va a llevar
    a la plenitud en el amor, por toda la eternidad..
    Un amor, Señor, tan real,
    tan lleno de vida, tan actual..
    Tu amor, Señor, del que nadie nos puede apartar..
    Porque siempre, aunque no te ame,
    me seguirás amando..

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  2. La firmeza y valentía de Jesús,
    me da confianza, seguridad…….
    me compromete a la compasión, al trabajo,
    a luchar contra las injusticias…….
    y me anima a actuar con la mayor libertad.
    ¿Quién podrá separarme del amor de Dios?
    Ni la angustia, ni la duda, ni la indiferencia ,
    ni el desprecio, ni la muerte……..
    Nada podrá separarme del amor de Dios

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