8 de enero de 2012

"Venid conmigo y os haré pescadores de hombres"

Cuando arrestaron a Juan, Jesús se marchó a Galilea a proclamar el Evangelio de Dios. Decía: "Se ha cumplido el plazo, está cerca el reino de Dios; convertíos y creed la Buena Noticia".

Pasando junto al lago de Galilea, vio a Simón y a su hermano Andrés, que eran pescadores y estaban echando el copo en el lago. Jesús les dijo: "Venid conmigo y os haré pescadores de hombres".

Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron. Un poco más adelante vio a Santiago, hijo del Zebedeo, y a su hermano Juan, que estaban en la barca repasando las redes. Los llamó, dejaron a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros y se marcharon con él.

3 comentarios:

  1. Si la nota dijese:
    una nota no hace una melodía...,
    no habría sinfonía...
    Si la palabra dijese:
    una palabra no puede hacer una página...,
    no habría libro...
    Si la piedra dijese:
    una piedra no puede levantar una pared...,
    no habría casa...
    Si la gota de agua dijese:
    una gota de agua no puede formar un río...,
    no habría océano...
    Si el grano de trigo dijese:
    un grano no puede sembrar un campo...,
    no habría cosecha...
    Si el hombre dijese:
    un hombre no puede salvar la humanidad...,
    nunca habría justicia..., ni libertad..., ni paz..., ni dignidad..., ni felicidad...,
    ni fraternidad..., ni amor..., sobre la tierra de los hombres...
    Como la sinfonía necesita de cada nota...,
    como el libro necesita de cada palabra...,
    como la casa necesita de cada piedra...,
    como el océano necesita de cada gota de agua...,
    como la cosecha necesita de cada grano de trigo...,
    la Humanidad entera tiene necesidad de ti...,
    allí donde estés..., único..., irremplazable...
    Pues..., mira...
    HOY..., JESÚS..., TE LLAMA A TI...
    ¿A QUÉ ESPERAS PARA SEGUIRLE?...

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  2. A nadie nos atrae oír una llamada
    a la conversión.
    Pensamos enseguida en algo costoso
    y poco agradable, una vida llena
    de sacrificios y renuncias.
    Convertirnos no es empeñarnos
    en ser santos, vivir sin pecado,
    sino aprender a vivir del perdón
    sin orgullo ni tristeza, sin
    alimentar la insatisfacción por
    lo que deberíamos ser y no somos.
    No todo es malo y ruin en nosotros,
    dentro de cada uno está actuando
    siempre una fuerza que nos atrae y
    empuja hacia el bien, el amor y la
    bondad. Es Dios, que quiere una vida
    más digna para todos.

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  3. JESUS llama, a todos,
    los que tienen barca,
    los que tienen redes,
    aunque no sean profesionales de la religión,
    sino que que sean simplemente humanos,
    nos llama para seguirlo y colaborar con EL,
    nos llama para dar una orientación nueva a nuestras vidas.
    Escuchar esta llamada significa confiar en EL, tener fe en su proyecto,
    vivir nuestra vida con sus actitudes.....
    para llevar la alegría,la paz y la felicidad a todos las personas.

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