22 de noviembre de 2012

Una casa y no una cueva..

En aquel tiempo, entró Jesús en el templo y se puso a echar a los vendedores, diciéndoles:
-«Escrito está: "Mi casa es casa de oración"; pero vosotros la habéis convertido en una "cueva de bandidos."»
Todos los días enseñaba en el templo.
Los sumos sacerdotes, los escribas y los notables del pueblo intentaban quitarlo de en medio; pero se dieron cuenta de que no podían hacer nada, porque el pueblo entero estaba pendiente de sus labios.

2 comentarios:

  1. Rumio tu palabra, la digiero,
    y me escuecen las entrañas..
    Así es tu palabra, Señor,
    que cae como la lluvia y fecunda mi tierra..
    Y hace que me abra para que germine la semilla..
    Y al abrirme me rompo, me duele..
    Porque me llamas a proclamar tu verdad..
    Y no sé si soy digna..

    ResponderEliminar
  2. Para quienes ven en Jesús el nuevo templo,
    donde habita Dios, todo es diferente,
    para encontrarse con Dios, no basta entrar en una iglesia,
    es necesario acercarse a Jesús,
    entrar en su proyecto, seguir sus pasos,
    vivir con su espíritu.

    ResponderEliminar