2 de febrero de 2010

No desprecian a un profeta más que en su tierra..

En aquel tiempo, Jesús salió de allí y vino a su patria, y sus discípulos le siguen. Cuando llegó el sábado se puso a enseñar en la sinagoga. La multitud, al oírle, quedaba maravillada, y decía: «¿De dónde le viene esto?, y ¿qué sabiduría es ésta que le ha sido dada? ¿Y esos milagros hechos por sus manos? ¿No es éste el carpintero, el hijo de María y hermano de Santiago, José, Judas y Simón? ¿Y no están sus hermanas aquí entre nosotros?». Y se escandalizaban a causa de Él. Jesús les dijo: «Un profeta sólo en su patria, entre sus parientes y en su casa carece de prestigio». Y no podía hacer allí ningún milagro, a excepción de unos pocos enfermos a quienes curó imponiéndoles las manos. Y se maravilló de su falta de fe. Y recorría los pueblos del contorno enseñando.

3 comentarios:

  1. Hoy vemos a un Jesús que proclama la verdad alrededor de aquellos con los que creció.. Alrededor de aquellos con los que empezó a caminar en la fe, alrededor de sus vecinos, conocidos, maestros, familiares.. Y vemos que esa verdad no cala, no es aceptada, no les sirve..Hoy releo esta Palabra para mi comunidad, no como una casualidad, sino como una caricia del Dios que nos ha unido y que nos está enviando..

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  2. La sanación de nuestras heridas
    se debe a nuestra preparación
    para ser curados y a la
    santidad del "terapeuta".
    Depende de nosotros descubrir
    el bien, allí donde se encuentra,
    y abrirle nuestro corazón.

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  3. En la oracion nosotros hablamos con DIOS, en la lectura es DIOS quien habla con nosotros.Hoy el SEÑOR nos pide mas fe en EL para hacer ciertas cosas que sin EL nos seria imposible realizar; en esto vemos la necesidad que tenemos de EL en nuestras vida de cada dia

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