15 de marzo de 2010

Estar o no en lo importante..

En aquel tiempo, se celebraba una fiesta de los judíos, y Jesús subió a Jerusalén.

Hay en Jerusalén, junto a la puerta de las ovejas, una piscina que llaman en hebreo Betesda. Esta tiene cinco soportales, y allí estaban echados muchos enfermos, ciegos, cojos, paralíticos.
Estaba también allí un hombre que llevaba treinta y ocho años enfermo.
Jesús, al verlo echado, y sabiendo que ya llevaba mucho tiempo, le dice:
-«¿Quieres quedar sano?»
El enfermo le contestó:
- «Señor, no tengo a nadie que me meta en la piscina cuando se remueve el agua; para cuando llego yo, otro se me adelantado.»
Jesús le dice:
- «Levántate, toma tu camilla y echa a andar.»
Y al momento el hombre quedó sano, tomó su camilla y echó a andar.
Aquel día era sábado, y los judíos dijeron al hombre que había quedado sano:
-«Hoy es sábado, y no se puede llevar la camilla.»
Él les contestó:
- «El que me ha curado es quien me ha dicho: Toma tu camilla y echa a andar.»
Ellos le preguntaron:
- «¿Quién es el que te ha dicho que tomes la camilla y eches a andar?»
Pero el que había quedado sano no sabía quién era, porque Jesús, aprovechando el barullo de aquel sitio, se había alejado.
Más tarde lo encuentra Jesús en el templo y le dice:
- Mira, has quedado sano; no peques más, no sea que te ocurra algo peor.»
Se marchó aquel hombre y dijo a los judíos que era Jesús quien lo había sanado.
Por esto los judíos acosaban a Jesús, porque hacía tales cosas en sábado

4 comentarios:

  1. Das la paz y haces
    que la vida se transforme..
    Tu amor no tiene dia,
    ni hora ni momento, es infinito..
    Ojala nada me separe de ese amor!!!

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  2. . Nosotros estamos aquí para ayudarnos unos a otros en las dificultades que encontramos en nuestro camino. A veces nos cuesta caminar y estamos tumbados en nuestra camilla de la comodidad. Hoy Jesús se acerca a nosotros y nos dice: ¡levántate!, ¡comienza a caminar!, ¡no des nada por perdido! Si estás paralizado en tu vida¡comienza!, busca la mano amiga, pide a Jesús que cure tu pereza o tu desánimo. El está dispuesto a echarte una mano

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  3. Aunque pasen muchos años no
    importa, siempre se está a
    tiempo para encontrarse con
    Jesús y levantarse.

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  4. Como Jesús, estamos aquí para
    acompañarnos en las dificultades
    de la vida, curarnos mutuamente
    las heridas y amarnos de corazón.

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