19 de abril de 2010

Alimento que perdura..

Después que Jesús hubo saciado a cinco mil hombres, sus discípulos lo vieron caminando sobre el lago.

Al día siguiente, la gente que se había quedado al otro lado del lago notó que allí no había habido más que una lancha y que Jesús no había embarcado con sus discípulos, sino que sus discípulos se habían marchado solos.
Entretanto, unas lanchas de Tiberiades llegaron cerca del sitio donde habían comido el pan sobre el que el Señor pronunció la acción de gracias. Cuando la gente vio que ni Jesús ni sus discípulos estaban alli, se embarcaron y fueron a Cafarnaún en busca de Jesús. Al encontrarlo en la otra orilla del lago, le preguntaron:
«Maestro, ¿cuándo has venido aquí?»
Jesús les contestó:
«Os lo aseguro, me buscáis, no porque habéis visto signos, sino porque comisteis pan hasta saciaros. Trabajad, no por el alimento que perece, sino por el alimento que perdura para la vida eterna, el que os dará el Hijo del hombre; pues a éste lo ha sellado el Padre, Dios.»
Ellos le preguntaron:
«Y, ¿qué obras tenemos que hacer para trabajar en lo que Dios quiere?»
Respondió Jesús:
«La obra que Dios quiere es ésta, que creáis en el que él ha enviado.»

3 comentarios:

  1. Creo q el Padre te ha enviado..
    Creo q tb m ha enviado a mi..
    Q m ha dado una tarea..
    Creo en Ti como alimento q perdura..
    Q da sentido y q llena mi vida..
    Creo en TI..

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  2. Los motivos de lo que hacemos
    son siempre más importantes que
    las propias acciones que realizamos.
    Al final, lo que cuenta realmente
    es el amor de Dios, y no el sumar
    puntos para obtener la vida eterna.

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  3. Como dice Chittister y este fin de
    semana he oído también referente al
    carisma Pasionista, lo importante no
    es lo que hagamos (que es importante),
    si no desde donde lo hacemos, desde
    que ángulo, que te impulsa ha hacerlo
    que no sea tu propio interés.

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