8 de agosto de 2010

Dejarnos sorprender por Dios..

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «No temas, pequeño rebaño, porque vuestro Padre ha tenido a bien daros el reino. Vended vuestros bienes y dad limosna; haceos talegas que no se echen a perder, y un tesoro inagotable en el cielo, adonde no se acercan los ladrones ni roe la polilla. Porque donde está vuestro tesoro allí estará también vuestro corazón. Tened ceñida la cintura y encendidas las lámparas. Vosotros estad como los que aguardan a que su señor vuelva de la boda, para abrirle apenas venga y llame. Dichosos los criados a quienes el señor, al llegar, los encuentre en vela; os aseguro que se ceñirá, los hará sentar a la mesa y los irá sirviendo. Y, si llega entrada la noche o de madrugada y los encuentra así, dichosos ellos. Comprended que si supiera el dueño de casa a qué hora viene el ladrón, no le dejaría abrir un boquete. Lo mismo vosotros, estad preparados, porque a la hora que menos penséis viene el Hijo del hombre.»

Pedro le preguntó: «Señor, ¿has dicho esa parábola por nosotros o por todos?»
El Señor le respondió: «¿Quién es el administrador fiel y solícito a quien el amo ha puesto al frente de su servidumbre para que les reparta la ración a sus horas? Dichoso el criado a quien su amo, al llegar, lo encuentre portándose así. Os aseguro que lo pondrá al frente de todos sus bienes. Pero si el empleado piensa: "Mi amo tarda en llegar", y empieza a pegarles a los mozos y a las muchachas, a comer y beber y emborracharse, llegará el amo de ese criado el día y a la hora que menos lo espera y lo despedirá, condenándolo a la pena de los que no son fieles. El criado que sabe lo que su amo quiere y no está dispuesto a ponerlo por obra recibirá muchos azotes; el que no lo sabe, pero hace algo digno de castigo, recibirá pocos. Al que mucho se le dio, mucho se le exigirá; al que mucho se le confió, más se le exigirá.»

3 comentarios:

  1. Se trata de estar siempre en actitud de búsqueda.. El tesoro está escondido, y hay que “trabajar” para descubrirlo.
    Si de verdad hemos descubierto el tesoro que es Dios, no hay lugar para el temor.
    El Dios de Jesús es don total, incondicional y permanente.
    Esto es lo que nos tiene que llevar a la más absoluta confianza. Ni siquiera depende de mí lo que Dios me da en todo instante. La fe consiste en fiarse absolutamente de ese Dios.

    ResponderEliminar
  2. Dios no tiene futuro, es un presente, Dios esta es lo mas hondo de mi ser
    Aquí y ahora puedo vivir la eternidad, puedo conectar con lo que hay de Dios en mi y teniéndole a El lo tengo todo al alcance de la mano.
    Por eso hay que estar despiertos. Por eso no podemos pasar la vida dormidos. Por eso tenemos que vivir el momento presente.

    ResponderEliminar
  3. Si quiero saber cual es mi tesoro en
    la vida, tengo que preguntarme por
    aquello que ocupa mi pensamiento en
    primer lugar.
    Es importante saber valorar las cosas
    en su medida, y no dejar que otras
    riquezas me roben el corazón.

    ResponderEliminar