8 de agosto de 2010

Viviendo en el mundo..

En aquel tiempo, mientras Jesús y los discípulos recorrían juntos Galilea, les dijo Jesús:

-«Al Hijo del hombre lo van a entregar en manos de los hombres, lo matarán, pero resucitará al tercer día.» Ellos se pusieron muy tristes. Cuando llegaron a Cafarnaún, los que cobraban el impuesto de las dos dracmas se acercaron a Pedro y le preguntaron:
-«¿Vuestro Maestro no paga las dos dracmas?»
Contestó:
-«Sí.»
Cuando llegó a casa, Jesús se adelantó a preguntarle:
-«¿Qué te parece, Simón? Los reyes del mundo, ¿a quién le cobran impuestos y tasas, a sus hijos o a los extraños?»
Contestó:
-«A los extraños.»
Jesús le dijo:
-«Entonces, los hijos están exentos. Sin embargo, para no escandalizarlos, ve al lago, echa el anzuelo, coge el primer pez que pique, ábrele la boca y encontrarás una moneda de plata. Cógela y págales por mí y por ti.»

3 comentarios:

  1. Jesús es el Testigo de Dios..
    El Hijo..El q se ha hecho Hombre..
    Pero nada de ruido ni de luces..
    Es el amigo con el que nos sentamos a cenar
    y podemos abrir el corazón..
    Es el compañero de camino
    que nos echa una mano..
    Paga impuestos como nosotros..
    Pero su sola presencia,
    en esa misma humildad y sencillez,
    es creadora de esperanza y de vida..
    Así es Dios..
    Nada de gloria, nada de poder..
    Sólo AMOR..

    ResponderEliminar
  2. Al igual que nosotros, Jesús vivió dos realidades o dimensiones de la vida:
    una pública y otra espiritual. Pagó
    el tributo del templo para cumplir con
    la tradición y acudió al templo para
    alimentar su propia vida espiritual.
    Está claro que mantener la fe y vivir
    la fe son dos cosas verdaderamente diferentes.

    ResponderEliminar
  3. Seria muy bueno que nosotros, debieramos sostener y responsabilizarnos de nuesra comunidad ; no como monaguillos,sino con la conciencia de ser hijos libres

    ResponderEliminar