18 de agosto de 2010

Muchos son los llamados y pocos los escogidos..

En aquel tiempo, de nuevo tomó Jesús la palabra y habló en parábolas a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo: -«El reino de los cielos se parece a un rey que celebraba la boda de su hijo. Mandó criados para que avisaran a los convidados a la boda, pero no quisieron ir. Volvió a mandar criados, encargándoles que les dijeran: "Tengo preparado el banquete, he matado terneros y reses cebadas, y todo está a punto. Venid a la boda." Los convidados no hicieron caso; uno se marchó a sus tierras, otro a sus negocios; los demás les echaron mano a los criados y los maltrataron hasta matarlos. El rey montó en cólera, envió sus tropas, que acabaron con aquellos asesinos y prendieron fuego a la ciudad. Luego dijo a sus criados: "La boda está preparada, pero los convidados no se la merecían. Id ahora a los cruces de los caminos, y a todos los que encontréis, convidadlos a la boda." Los criados salieron a los caminos y reunieron a todos los que encontraron, malos y buenos. La sala del banquete se llenó de comensales. Cuando el rey entró a saludar a los comensales, reparó en uno que no llevaba traje de fiesta y le dijo: "Amigo, ¿cómo has entrado aquí sin vestirte de fiesta?' El otro no abrió la boca. Entonces el rey dijo a los camareros: "Atadlo de pies y manos y arrojadlo fuera, a las tinieblas. Allí será el llanto y el rechinar de dientes." Porque muchos son los llamados y pocos los escogidos.»

4 comentarios:

  1. El banquete es el momento
    en que se construye la fraternidad..
    Es una fiesta pero no una juerga..
    No se puede ir de cualquier modo..
    La disposición, la forma de estar,
    de relacionarse con los demás,
    de comportarse también es importante..
    Construir la fraternidad es lo más importante
    y valioso que podemos hacer en nuestra vida..
    COMUNIDAD PARA Q EL MUNDO CREA..

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  2. Seguimos creyéndonos los elegidos, los privilegiados, los buenos,(fuera de la Iglesia no hay salvación).
    Dios llama a todos. El banquete es el mismo para todos.
    La respuesta de cada uno puede ser un sí o un no.
    Si preferimos nuestros negocios, quiere decir que es eso lo que de verdad nos interesa.
    Dios me invita a su mesa.
    Soy yo la que tengo que participar de su banquete
    y trabajar para que todos disfruten de la fiesta.
    Soy yo la que tengo que eliminar todas las rivalidades.
    Yo tengo que vivirlo de verdad para que llegue a todos.

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  3. La mejor noticia es que Dios me
    invita a su mesa.
    Su mesa es la vida, mi obligación
    es hacer de la vida aquí y ahora
    una fiesta para todos y con todos.
    Si no es así, ¿quién puede alegrarse
    de verdad?

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  4. Estoy invitado, invitada a
    vivir una vida cristiana
    valiente y llena de amor.
    Cada día recibo nuevas
    oportunidades para vivir
    de acuerdo a mi fe.
    Para poder hacerlo necesito
    dejar otras cosas.
    Ésta es la gran decisión
    que determinará mi futuro.

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