Llamada a la humildad..
Un sábado, entró Jesús en casa de uno de los principales fariseos para comer, y ellos le estaban espiando. Notando que los convidados escogían los primeros puestos, les propuso esta parábola: «Cuando te conviden a una boda, no te sientes en el puesto principal, no sea que hayan convidado a otro de más categoría que tú; y vendrá el que os convidó a ti y al otro y te dirá: "Cédele el puesto a éste." Entonces, avergonzado, irás a ocupar el último puesto. Al revés, cuando te conviden, vete a sentarte en el último puesto, para que, cuando venga el que te convidó, te diga: "Amigo, sube más arriba." Entonces quedarás muy bien ante todos los comensales. Porque todo el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.»
¡Qué difícil!
ResponderEliminarAllá, donde nadie me vea,
donde nadie perciba la importancia con la que yo me juzgo a mi misma,
donde nadie aprecie los ropajes con los que me disfrazo..
Dame, Señor, el estar en el último puesto,
tan lejano a mí, e incluso olvidarme de que estoy allí..
Que la humildad brote del amor y del olvido..
En realidad, la grandeza no es
ResponderEliminaralgo que podamos atribuirnos a
nosotros mismos.
Esa clase de grandeza no es más
que arrogancia.
La verdadera grandeza nos es
dada por lo que ven nuestras
obras y saben que representar
la voluntad de Dios para el
bien de los demás.
Solo cuando me fio de Jesús y coopero con EL, mi vida cambiara…..
ResponderEliminarMe liberare del orgullo y la soberbia,
Aprenderé algo acerca de la verdadera humildad.
La humildad es la llave que me abre la puerta de Dios