22 de noviembre de 2010

¿Cuándo va a ser eso?

En aquel tiempo, algunos ponderaban la belleza del templo, por la calidad de la piedra y los exvotos. Jesús les dijo:

-«Esto que contempláis, llegará un día en que no quedará piedra sobre piedra: todo será destruido.»
Ellos le preguntaron:
-«Maestro, ¿cuándo va a ser eso?, ¿y cuál será la señal de que todo eso está para suceder?»
Él contestó:
-«Cuidado con que nadie os engañe. Porque muchos vendrán usurpando mi nombre, diciendo: "Yo soy", o bien "El momento está cerca"; no vayáis tras ellos.
Cuando oigáis noticias de guerras y de revoluciones, no tengáis pánico.
Porque eso tiene que ocurrir primero, pero al final no vendrá en seguida.»
Luego les dijo:
-«Se alzará pueblo contra pueblo y reino contra reino, habrá grandes terremotos, y en diversos países epidemias y hambre.
Habrá también espantos y grandes signos en el cielo. »

6 comentarios:

  1. Siempre esperamos la venida de Jesús..
    A nuestra vida, a nuestra historia..
    Nuestro anhelo es encontrarlo..
    Reposar en Él..
    La pregunta de los discípulos es
    la que nos hacemos tb nosotros: “¿cuándo?”
    La respuesta es sencilla:
    cuando todo esté consumado, cuando todo se haya cumplido..
    Cuando la historia pueda reconocer a su Señor,
    cuando no quede más seguridad que Él, y sólo Él..

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  2. La palabra nos invita a no tener miedo sobre lo que sucedera en el futuro......
    a vivir el hoy, con todas la pruebas y dificultades.
    a estar vigilantes, porque no sabemos el día ni la hora.
    a vivir con confianza, siguiendo el ejemplo de Jesús.
    es importante ver con claridad dónde estamos ….
    mirar al futuro con esperanza y espíritu abierto.
    En las manos de Dios estamos y ellas nos sostienen y nos guían.
    El Espíritu nos dará la fuerza, y el valor necesario para seguirle.

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  3. Los momentos tan difíciles que estamos viviendo, nos animan más que nunca a buscar en Jesús la luz,
    la fuerza que necesitamos para discernir,
    viviendo estos tiempos de manera lúcida y responsable.

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  4. «que nadie os engañe»: no caigamos en la ingenuidad de dar crédito a mensajes ajenos al evangelio
    «no vayáis tras ellos»: No sigamos a quienes nos separan de Jesucristo, fundamento de nuestra fe.
    “centrarnos en lo esencial. Todos tenemos problemas, dificultades …no hemos de perder la calma, sino asumirlos.
    No se nos pide nada que esté por encima de nuestras fuerzas.
    “Yo os daré palabras y sabiduría»… Incluso en un ambiente hostil de rechazo, podemos practicar el evangelio y vivir con sensatez .
    “ La hora del testimonio”. No es la hora de la resignación, la pasividad o la dimisión. Es ahora cuando hemos de ser testigos humildes ,de su mensaje y de su proyecto.
    Paciencia. La necesitamos más que nunca. Es el momento de cultivar un estilo de vida, paciente y tenaz, que nos ayude a responder a nuevas situaciones y retos sin perder la paz ni la lucidez.
    Contamos con la ayuda de Jesus.

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  5. Las señales del fin que da este
    evangelio son los de la
    apocalíptica de aquel tiempo.
    Pero enseguida Jesús me lleva a
    la realidad: las persecuciones,
    injusticias y falta de fe de hoy.
    De esto tengo que preocuparme,
    no sólo por mí y los míos, sino
    sobre todo por los pobres.
    Y de dar testimonio de Jesús,
    con palabras y con obras de
    justicia, en todas partes.

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  6. Es claro que muchas cosas no proceden
    de Dios, aunque, históricamente, a
    veces se hayan presentado así.
    Ningún evangelio, por ejemplo, aboga
    por el racismo, el sexismo...
    Nunca podemos permitir que cosas así
    se nos presenten como basadas en el
    Evangelio.

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