4 de enero de 2011

¡Tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel!

Al día siguiente, Jesús decidió ir a la región de Galilea. Encontró a Felipe y le dijo: “Sígueme.” Felipe era del pueblo de Betsaida, de donde también eran Andrés y Pedro. Felipe fue a buscar a Natanael y le dijo: “Hemos encontrado a aquel de quien escribió Moisés en los libros de la ley, y de quien también escribieron los profetas. Es Jesús, el hijo de José, el de Nazaret.” Preguntó Natanael: “¿Acaso puede salir algo bueno de Nazaret?” Felipe le contestó: “Ven y verás.” Cuando Jesús vio acercarse a Natanael, dijo: “Aquí viene un verdadero israelita, en quien no hay engaño.” Natanael le preguntó: “¿De qué me conoces?” Jesús le respondió: “Te vi antes que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera.” Natanael le dijo: “Maestro, ¡tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel!” Jesús le contestó: “¿Me crees solamente por haberte dicho que te vi debajo de la higuera? ¡Pues cosas más grandes que éstas verás!” Y añadió: “Os aseguro que veréis el cielo abierto, y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre.”

3 comentarios:

  1. Jesús reúne a un grupo de personas, para enseñarlas a amarse, ayudarse,
    Jesús nos enseña a mirar a los demás con los ojos de Dios.
    Y a cada uno de nosotros nos dice “Sígueme,” y nos empieza a reunir en comunidad.
    En ella: crecemos, maduramos, experimentamos, gozamos, servimos…….
    Y en cada persona que nos encontramos, pasa Dios por nuestra vida.
    Seamos puentes en el camino de los demás hacia Dios.
    Hablemos de Dios con nuestra vida, con lo que hacemos, y con lo que decimos.
    Amigo:abreme tu corazon, y sigueme

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  2. Hablar con Jesús, mediante la oración, la palabra, la eucaristía…es la única manera de conocerle cada día un poco mas.
    Nadie puede dar lo que no tiene o no conoce. Sólo si le conocemos bien y nos hemos dejado conocer por Él, estaremos en condiciones de presentarlo a los demás.
    Descubramos, y compartamos el tesoro interior que llevamos dentro, y digamos como Felipe “Ven y veras”
    Anímate….Arriésgate…Vale la pena intentarlo…….

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  3. Busca un momento en este final
    del tiempo de Navidad,
    abre la Palabra, enciende una luz y ora,
    ora y adora a Jesús,
    Luz que alumbra..
    Si te sirven las palabras, utilízalas,
    si no, déjate llevar
    por lo que el Espíritu alumbre en tu corazón..

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