12 de marzo de 2011

I. Desierto..

En aquel tiempo, Jesús fue llevado al desierto por el Espíritu para ser tentado por el diablo. Y después de ayunar cuarenta días con sus cuarenta noches, al fin sintió hambre.
El tentador se le acercó y le dijo: «Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en panes.»
Pero él le contestó, diciendo: «Está escrito: "No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios."»
Entonces el diablo lo lleva a la ciudad santa, lo pone en el alero del templo y le dice: «Si eres Hijo de Dios, tírate abajo, porque está escrito: "Encargará a los ángeles que cuiden de ti, y te sostendrán en sus manos, para que tu pie no tropiece con las piedras."»
Jesús le dijo: «También está escrito: "No tentarás al Señor, tu Dios."»
Después el diablo lo lleva a una montaña altísima y, mostrándole los reinos del mundo y su gloria, le dijo: «Todo esto te daré, si te postras y me adoras.»
Entonces le dijo Jesús: «Vete, Satanás, porque está escrito: "Al Señor, tu Dios, adorarás y a él solo darás culto."»
Entonces lo dejó el diablo, y se acercaron los ángeles y le servían.

4 comentarios:

  1. En el desierto siempre hay un camino,
    siempre hay una fuente que mana agua de vida,
    siempre hay una palabra buena,
    Siempre hay un Dios que espera..

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  2. El Espíritu esta dentro de mi, pero a veces no tengo argumentos ni voluntad para resistir la tentación del egoísmo.
    No soy capaz de dilucidar lo verdadero de lo falso y caigo en la tentación del acomodarme.
    Necesito lucidez y vigilancia para seguirte con fidelidad ,
    aceptar y afrontar tu voluntad.
    Tu Señor puedes guiarme en mi desierto ,para que sea mejor persona cada dia

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  3. El evangelio, probablemente ni elimine el cansancio ni solucione nuestras dificultades, pero nos abre una puerta a la esperanza
    No te dejes vencer por las tentaciones, aunque no entiendas nada
    Confía, continúa amando. El Amor siempre triunfa, a pesar de que sea un fracaso aparente.
    El Espíritu te conduce, mantente firme, tus tentaciones, tus cansancios, se alejarán de ti y saldrás renovado.

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  4. Con su victoria, Jesús nos demuestra
    que todas las debilidades que podamos
    tener, pueden ser superadas.
    Como Él, contamos con la fuerza del
    Espíritu.

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