-«Venid y seguidme, y os haré pescadores de hombres.»
Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron.
Y, pasando adelante, vio a otros dos hermanos, a Santiago, hijo Zebedeo, y a Juan, que estaban en la barca repasando las redes con Zebedeo, su padre. Jesús los llamó también.
Inmediatamente dejaron la barca y a su padre y lo siguieron.
Jesús le ofrece a Andrés un nuevo oficio:
ResponderEliminarser “pescador de hombres”..
Seguirá siendo pescador:
habrá que seguir esforzándose, madrugar y embarcar;
habrá que seguir teniendo una sensibilidad fina
como para saber cuándo y dónde echar la red;
habrá que seguir teniendo fuerza como para tirar cuando haga falta;
habrá que seguir repartiendo el fruto del trabajo,
unos días más y otros menos..
Pero ya no serán los peces el centro de la vida, sino las personas..
Ya no habrá redes, sino palabras..
Y ya no habrá una pequeña barca,
sino que se trata de que todos vayamos en el mismo barco..
Sobre todo en las cosas importantes..
Que bonito si todos fueramos pescadores de hombres, si estuvieramos pendientes de rescatarnos unos a otros, si nunca nos dejaran solos, si las palabras se escucharan.... ójala muchas personas lean esto y quieran convertirse en pescadores de hombres. Y ójala muchas personas quieran ser "Pescadas".
ResponderEliminarTuri!!! que modernizada estás...!
ResponderEliminarse nota que la Palabra no tiene fronteras...y todos los medios para contagiarla son pocos...
MIL GRACIAS! Sigo creciendo a tu lado...
TE QUIERO
*ali*