23 de marzo de 2010

Si os mantenéis en mi Palabra..

En aquel tiempo, dijo Jesús a los judíos que habían creído en él: - «Si os mantenéis en mi palabra, seréis de verdad discípulos míos; conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.» Le replicaron: - «Somos linaje de Abrahán y nunca hemos sido esclavos de nadie. ¿Cómo dices tú: "Seréis libres"~» Jesús les contestó: -«Os aseguro que quien comete pecado es esclavo. El esclavo no se queda en la casa para siempre, el hijo se queda para siempre. Y si el Hijo os hace Ubres, seréis realmente libres. Ya sé que sois linaje de Abrahán; sin embargo, tratáis de matarme, porque no dais cabida a mis palabras. Yo hablo de lo que he visto junto a mi Padre, pero vosotros hacéis lo que le habéis oído a vuestro padre.» Ellos replicaron: -«Nuestro padre es Abrahán.» Jesús les dijo: - «Si fuerais hijos de Abrahán, haríais lo que hizo Abrahán. Sin embargo, tratáis de matarme a mí, que os he hablado de la verdad que le escuché a Dios, y eso no lo hizo Abrahán. Vosotros hacéis lo que hace vuestro padre.» Le replicaron: - «Nosotros no somos hijos de prostitutas; tenemos un solo padre: Dios.» Jesús les contestó: - «Si Dios fuera vuestro padre, me amaríais, porque yo salí de Dios, y aquí estoy. Pues no he venido por mi cuenta, sino que él me envió.»

3 comentarios:

  1. Tu Palabra..Si la guardo en mi interior y dejo que me habite; si la planto en mi corazón y la riego con mi vida..Si dejo q vaya tejiendo mi trama.. Si la proclamo yendo de camino y estando en casa.. Acostad@ y levantad@.. Si la acojo y te digo hágase en mi según tu Palabra.. Si la pongo en práctica, seré de verdad tu discípul@.. Conoceré la verdad y tu verdad me hará libre de mi propia libertad..

    ResponderEliminar
  2. Si me mantengo fiel a la palabra de Jesús, me ire convirtiendo en un «discípulo» que aprende a vivir de él. Entonces conocere la verdad:esa verdad me irá haciendo cada vez más libre. Ser cristiano es aprender a vivir de manera plenamente humana.

    ResponderEliminar
  3. Sólo con el pasar de los años,
    acabamonos dándonos cuenta de
    que no son los otros quienes
    nos han encadenado, sino que
    son nuestros deseos, ira y
    arrogancia los que nos someten.
    Sólo Jesús nos puede liberar de
    esta esclavitud si le seguimos
    con fidelidad.

    ResponderEliminar