En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
- «No todo el que me dice "Señor, Señor" entrará en el reino de los cielos, sino el que cumple la voluntad de mi Padre que está en el cielo.
El que escucha estas palabras mías y las pone en práctica se parece a aquel hombre prudente que edificó su casa sobre roca.
Cayó la lluvia, se salieron los ríos, soplaron los vientos y descargaron contra la casa; pero no se hundió, porque estaba cimentada sobre roca.
El que escucha estas palabras mías y no las pone en práctica se parece a aquel hombre necio que edificó su casa sobre arena cayó la lluvia, se salieron los ríos, soplaron los vientos y rompieron contra la casa, y se hundió totalmente.»
En esta mañana Jesús me invita una vez más
ResponderEliminara hacer del Evangelio, de la Palabra, el guión de mi vida..
No es solo cuestión de conocer(q tb),
sino q lo realmente importante es “la práctica”, el “ejercicio”..
Construir la casa sobre roca,
quizá signifique dejarse sorprender por la Palabra..
Entrar en coloquio..En diálogo..
En ese debate que la Palabra de Dios provoca en mí..
Si TU Señor construyes mi casa,
nada ni nadie podrá derribarla..
Aunque la vida a veces me haga temblar,
si estamos JUNTOS no podrán..
No quiero decir Señor, Señor,
ResponderEliminarsino que mi vida hable de ti.
La voluntad de Dios no llega a nosotros desde fuera.
ResponderEliminarEn lo más hondo de mi ser tengo que descubrir lo que Dios espera de mí.
Jesús me pide una manera de vivir diferente, viviendo de hechos,
no de palabras ,ni de cumplimientos,
construyendo mi vida y mi personalidad sobre una base firme.