En aquel tiempo, algunos de los escribas y fariseos dijeron a Jesús:
«Maestro, queremos ver un signo tuyo.» Él les contestó: «Esta generación
perversa y adúltera exige un signo; pero no se le dará más signo que el del
profeta Jonás. Tres días y tres noches estuvo Jonás en el vientre del cetáceo;
pues tres días y tres noches estará el Hijo del hombre en el seno de la tierra.
Cuando juzguen a esta generación, los hombres de Nínive se alzarán y harán que
la condenen, porque ellos se convirtieron con la predicación de Jonás, y aquí
hay uno que es más que Jonás. Cuando juzguen a esta generación, la reina del Sur
se levantará y hará que la condenen, porque ella vino desde los confines de la
tierra, para escuchar la sabiduría de Salomón, y aquí hay uno que es más que
Salomón.»