En aquel tiempo, dijo Jesús a sus
discípulos:
- «¿Qué
os parece? Suponed que un hombre tiene cien ovejas: si una se le pierde, ¿no
deja las noventa y nueve en el monte y va en busca de la perdida? Y si la
encuentra, os aseguro que se alegra más por ella que por las noventa y nueve que
no se habían extraviado.
Lo mismo vuestro Padre del
cielo: no quiere que se pierda ni uno de estos pequeños.»