Unos días después, María se puso en camino y fue aprisa a la montaña, a un pueblo de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel.
En cuanto Isabel oyó el saludo de María, saltó la criatura en su vientre. Se llenó Isabel del Espíritu Santo y dijo a voz en grito:
- «¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre!
¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor? En cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. Dichosa tú, que has creído, porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá.»
¿Hay alguien a quién hace mucho
ResponderEliminarque quieres visitar y no te decides?
¿Por qué no aprovechas esta semana?
La Virgen María no dudó en salir de casa,
sin pensarlo, a recorrer caminos inhóspitos
para salir al encuentro..
Déjate caer por su casa,por ese hospital
y quizá esa persona pueda sentir
también la alegría del Espíritu..
No hace falta que estés 3 meses,
como María, pero sí un ratillo..
Tú mism@.. Yo misma..