En aquel tiempo, Jesús estaba echando un demonio que era mudo y, apenas salió el demonio, habló el mudo. La multitud se quedó admirada, pero algunos de ellos dijeron:
- «Si echa los demonios es por arte de Belzebú, el príncipe de los demonios.»
- Otros, para ponerlo a prueba, le pedían un signo en el cielo. El, leyendo sus pensamientos, les dijo:
- «Todo reino en guerra civil va a la ruina y se derrumba casa tras casa. Si también Satanás está en guerra civil, ¿cómo mantendrá su reino? Vosotros decís que yo echo los demonios con el poder de Belzebú; y, si yo echo los demonios con el poder de Belzebú, vuestros hijos, ¿Por arte de quién los echan? Por eso,
ellos mismos serán vuestros jueces. Pero, si yo echo los demonios con el dedo de Dios, entonces es que el reino de Dios ha llegado a vosotros.
Cuando un hombre fuerte y bien armado guarda su palacio, sus bienes están seguros. Pero, si otro más fuerte lo asalta y lo vence, le quita las armas de que se fiaba y reparte el botín.
El que no está conmigo está contra mí; el que no recoge conmigo desparrama.»
Hoy Jesús advierte que ni siquiera
ResponderEliminarel mal es tan tonto como para estar dividido..
Los tontos somos nosotros cuando
no hacemos lo posible por evitar
las rupturas interiores y las seguimos alentando..
Yo no quiero q mi comunidad esté dividida..
Quiero q actúa con más fuerza q nunca
la cola del carpintero..
Jesús, leyendo nuestro pensamiento,
ResponderEliminarnos dice: Toda comunidad dividida
se apaga y pierde su tesoro.
Tenemos el mejor guardián, Jesús
Aquellos que hacen la voluntad de
ResponderEliminarDios -de cualquier nación, tradición
religiosa, raza o condición- son los
amados de Dios y nuestros compañeros
de camino.
No debemos dividir la familia de Dios
con tantos prejuicios.