Un espacio donde compartir la Palabra que da sentido y sabor a cada día.. Un lugar de encuentro para mi familia de fe y para todo aquel que quiera acercarse al Amor del Padre.. Bienvenidos..
12 de abril de 2010
Nacer de nuevo II..
En aquel tiempo, dijo Jesús a Nicodemo: -«Tenéis que nacer de nuevo; el viento sopla donde quiere y oyes su ruido, pero no sabes de dónde viene ni a dónde va. Así es todo el que ha nacido del Espíritu.» Nicodemo le preguntó: - «¿Cómo puede suceder eso?» Le contestó Jesús: - « Y tú, el maestro de Israel, ¿no lo entiendes? Te lo aseguro, de lo que sabemos hablamos; de lo que hemos visto damos testimonio, y no aceptáis nuestro testimonio. Si no creéis cuando os hablo de la tierra, ¿cómo creeréis cuando os hable del cielo? Porque nadie ha subido al cielo, sino el que bajó del cielo, el Hijo del hombre. Lo mismo que Moisés elevó la serpiente en el desierto, así tiene que ser elevado el Hijo del hombre, para que todo el que cree en él tenga vida eterna.»
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Yo quiero nacer de nuevo..
ResponderEliminarQuiero seguir teniendo oportunidades
cada dia de reir y llorar,
de encontrarte o deseperarme..
Quiero saborear cada instante
de lo que esta por llegar..
Quiero poner granos de arena
por este Reino q nos prometes..
Quiero bregar y amar
sin esta sensación de no poder más..
Quiero abrir los ojos cada mañana
y encontrarme con algo nuevo,
y luchar por ello..
Quiero nacer de nuevo,
renovada, transformada,
y por qué no RESUCITADA..
No podemos llenar nuestro corazón
ResponderEliminarsoló de cosas materiales y
extrañarnos después de no tener
una meta que nos guíe, de que
nuestros espíritus estén secos,
nuestros corazones descarriados o
nuestras vidas vacías.
Somos del cielo y a él volveremos.
ResponderEliminarVenimos del Amor y a él regresamos.
Cuando ayudamos al enfermo,
perdonamos al hermano, alcanzamos
una vida plena (eterna).
No hay cielo sin amor y sin confianza en el Padre. El que sigue la voz de la verdad y de la bondad al final llega a Cristo En la vida siempre hay algo que nos ata,. Pero si vivimos en Cristo, estas cadenas se rompen y nos elevan hacia el cielo.
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