Al atardecer del día de la multiplicación de los panes, los discípulos de Jesús bajaron al lago, se embarcaron y empezaron a atravesar hacia Cafarnaúm. Ya había caído la noche y Jesús todavía no los había alcanzado. Soplaba un viento fuerte y las aguas del lago se iban encrespando.
Cuando habían avanzado unos cinco o seis kilómetros, vieron a Jesús caminando sobre las aguas, acercándose a la barca, y se asustaron. Pero él les dijo: “Soy yo, no tengáis miedo”. Ellos quisieron recogerlo a bordo y rápidamente la barca tocó tierra en el lugar a donde se dirigían.
Es de noche cerrada..
ResponderEliminarFalta de claridad, falta de luz..
Nada q ver con la Pascua..
Sopla un viento fuerte,
que no es el viento del Espíritu,
sino el viento de la duda..
El que todo lo encrespa..
Miedo sin ti, Señor,
y miedo cuando apareces
y no te reconocemos..
Déjanos empaparnos de tu Palabra:
“SOY YO, NO TEMÁIS”
Caminas sobre las aguas,resucitas a la muerte y soy participe de tu triunfo.Por eso aunque se noche cerrada,sople un viento fuerte,y el mundo este encrespado. Si voy contigo, no tengo nada que temer
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