En aquel tiempo, un escriba se acercó a Jesús y le preguntó: -«¿Qué mandamiento es el primero de todos?»
Respondió Jesús: -«El primero es: "Escucha, Israel, el Señor, nuestro Dios, es el único Señor: amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente, con todo tu ser. " El segundo es éste: "Amarás a tu prójimo como a ti mismo." No hay mandamiento mayor que éstos.»
El escriba replicó: -«Muy bien, Maestro, tienes razón cuando dices que el Señor es uno solo y no hay otro fuera de él; y que amarlo con todo el corazón, con todo el entendimiento y con todo el ser, y amar al prójimo como a uno mismo vale más que todos los holocaustos y sacrificios.»
Jesús, viendo que había respondido sensatamente, le dijo: -«No estás lejos del reino de Dios.» Y nadie se atrevió a hacerle más preguntas.
El amor..
ResponderEliminarLa tela sobre la que estamos cosidos..
Sostenidos en el amor para los otros,
entramados en el amor con los otros,
ensimismados en el amor hacia el Otro..
Dios me quiere", a mí, personalmente, este "convencimiento " es el centro de mi fe. El amor a Dios no es un mandamiento: es respuesta: me siento querido y quiero.
ResponderEliminar"el segundo es como el primero", y no sólo en importancia, sino en esencia, de tal manera que no se puede dar el uno sin el otro.
Sentirme querida por Dios es
ResponderEliminarla fuente de mi amor a Dios.
Mi amor a Dios es respuesta
al amor que Dios me tiene,
a sentirme amada por Él.
Jesús no me pide cumplir una
ResponderEliminarlista de buenas acciones como
signo de mi fidelidad a él.
Jesús me pide que viva una vida
justa, una vida que contribuya
a hacer del mundo un lugar mejor
para todos.