Un espacio donde compartir la Palabra que da sentido y sabor a cada día.. Un lugar de encuentro para mi familia de fe y para todo aquel que quiera acercarse al Amor del Padre.. Bienvenidos..
20 de julio de 2010
El q tenga oidos, q oiga..
En aquel tiempo, salió Jesús de casa y se sentó a orillas del mar. Y se reunió tanta gente junto a Él, que hubo de subir a sentarse en una barca, y toda la gente quedaba en la ribera. Y les habló muchas cosas en parábolas. Decía: «Una vez salió un sembrador a sembrar. Y al sembrar, unas semillas cayeron a lo largo del camino; vinieron las aves y se las comieron. Otras cayeron en pedregal, donde no tenían mucha tierra, y brotaron enseguida por no tener hondura de tierra; pero en cuanto salió el sol se agostaron y, por no tener raíz, se secaron. Otras cayeron entre abrojos; crecieron los abrojos y las ahogaron. Otras cayeron en tierra buena y dieron fruto, una ciento, otra sesenta, otra treinta. El que tenga oídos, que oiga».
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Jesús siembra su mensaje «en el corazón», en el interior de las personas.
ResponderEliminarRecibe la semilla y deja que se desarrolle en ti.
No intentes tirar de ella para que crezca más deprisa.
Todo crecimiento tiene su propio ritmo.
Ten confianza, y ten abierto tu corazón
La verdadera “semilla”, es lo que hay de Dios en nosotros
Me llama la atención la pequeña porción de semilla
ResponderEliminarq cayó en un trozo de tierra abonada..
Era pequeña pero la semilla creció y dio mucho fruto..
Doy gracias por redescubrir el valor de muchas realidades pequeñas,
de muchos gestos, de múltiples detalles,
del valor de las semillas sembradas en tantas buenas tierras
y de las que otros han sembrado y siembran en mí..
GRACIAS..
Las vicisitudes de la vida no
ResponderEliminarson más que contingencias,
circunstancias...
En ningún caso son señales del
castigo de Dios.
Estamos llamados a vivir con fe
y confianza, sabiendo que no es
Dios quien nos amarga la vida
sino que, al contrario Él es
quien nos sostiene a pesar de
las desgracias.