Un espacio donde compartir la Palabra que da sentido y sabor a cada día.. Un lugar de encuentro para mi familia de fe y para todo aquel que quiera acercarse al Amor del Padre.. Bienvenidos..
5 de agosto de 2010
Es hora de SUBIR para poder BAJAR..
En aquel tiempo, Jesús tomó consigo a Pedro, a Santiago y a su hermano Juan y se los llevó aparte a una montaña alta. Se transfiguró delante de ellos, y su rostro resplandecía como el sol, y sus vestidos se volvieron blancos como la luz. Y se les aparecieron Moisés y Elías conversando con él. Pedro, entonces, tomó la palabra y dijo a Jesús: -«Señor, ¡qué bien se está aquí! Sí quieres, haré tres tiendas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías.» Todavía estaba hablando cuando una nube luminosa los cubrió con su sombra, y una voz desde la nube decía: -«Éste es mi Hijo, el amado, mi predilecto. Escuchadlo.» Al oírlo, los discípulos cayeron de bruces, llenos de espanto. Jesús se acercó y, tocándolos, les dijo: -«Levantaos, no temáis.» Al alzar los ojos, no vieron a nadie más que a Jesús, solo. Cuando bajaban de la montaña, Jesús les mandó: -«No contéis a nadie la visión hasta que el Hijo del hombre resucite de entre los muertos.»
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Siempre la misma tentación..
ResponderEliminarQ bien se está aquí..
Pero no sería justo quedarme en el monte..
Quiero bajar al llano de cada día,
y dejar ver mi transfiguración personal..
M acompañas?
"ESCUCHADLO" Cuando escucho la palabra de Dios en actitud de conversión, comienza mi transformacion.
ResponderEliminarMi conocimiento de Dios es lo que conozco de Jesús de Nazaret, aquel hombre que se cansaba, dudaba, sentía tentaciones y se sintió desamparado de su Padre. Mi fe confiesa que ese hombre es el Hijo.
Así, en Jesús conozco a Dios, en bondad, energía, valor, perdón...En Jesus conozco el corazón del Padre.
No hay nada que cambiar en lo esencial.
ResponderEliminarNo tienes que arrancar nada de ti.
Todo lo que no es esencial, terminará por desprenderse.
Agudizar la vista para ver lo que eres,
más allá del brillo y el barro que te cubre y oculta.
Sólo la oración podrá iluminarte para ver la realidad.
No es fácil, pero es el único camino.
Insiste ,pon toda tu atención hacia el centro de tu ser, que es donde esta El
La luz llegará con la mayor naturalidad.