Un espacio donde compartir la Palabra que da sentido y sabor a cada día.. Un lugar de encuentro para mi familia de fe y para todo aquel que quiera acercarse al Amor del Padre.. Bienvenidos..
27 de noviembre de 2010
Estáte ATENTO..
En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: «Cuando venga el Hijo del hombre, pasará como en tiempo de Noé. Antes del diluvio, la gente comía y bebía y se casaba, hasta el día en que Noé entró en el arca; y cuando menos lo esperaban llegó el diluvio y se los llevó a todos; lo mismo sucederá cuando venga el Hijo del hombre: Dos hombres estarán en el campo: a uno se lo llevarán y a otro lo dejarán; dos mujeres estarán moliendo: a una se la llevarán y a otra la dejarán. Por lo tanto, estad en vela, porque no sabéis qué día vendrá vuestro Señor. Comprended que si supiera el dueño de casa a qué hora de la noche viene el ladrón estaría en vela y no dejaría abrir un boquete en su casa. Por eso, estad también vosotros preparados, porque a la hora que menos penséis viene el Hijo del hombre.»
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Dios está viniendo en todo instante.
ResponderEliminarpero sólo si estoy verdaderamente despierta me dare cuenta de esa presencia.
Si no me espabilo y descubro esa presencia, mi vida puede transcurrir sin enterarme de la mayor riqueza que está a mi alcance.
Despierta y recuerda quien eres, y como es tu vida.
ResponderEliminarDala sentido, partiendo del mensaje.
Hazle tuyo y mantente fiel JESUS a lo largo de tu vida.
Acoge la oferta de salvación y toma conciencia de ella...
Vive la posibilidad de plenitud que EL vivió.
Espabila y descubre su presencia dentro de ti.
Experimenta que EL es la base y el fundamento de tu persona.
Tenemos su luz y su fuerza, para aprovechar el tiempo de vida.
Pero atentos y con el ojo abierto , para poder ver la luz.
Jesús vino y seguirá viniendo, pero sobre
ResponderEliminartodo lo que me importa es que viene ahora,
y no a robarnos nada, sino a proponernos un
Reino que Él hizo presente en su persona, y
que cada uno de nosotros podemos hacerlo
si estamos despiertos como Jesús, no a lo
terreno y material (para eso sí estamos despiertos), sino a descubrir la presencia de Dios en nuestra
vida para vivir en plenitud.