En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
- «¿Qué os parece? Suponed que un hombre tiene cien ovejas: si una se le pierde, ¿no deja las noventa y nueve en el monte y va en busca de la perdida? Y si la encuentra, os aseguro que se alegra más por ella que por las noventa y nueve que no se habían extraviado.
Lo mismo vuestro Padre del cielo: no quiere que se pierda ni uno de estos pequeños.»
Somos rápidos a la hora de encontrar
ResponderEliminarexcusas para nuestros errores e
igualmente rápidos para castigar a
otros, para hacerles pagar por sus
debilidades, para despreciarlos o
excluirlos de nuestros círculos
sociales.
Pero al igual que Dios nos busca
siempre, también los busca a ellos.
Es más, Dios está esperando a que
salgamos también nosotros en su
búsqueda para llevarlos de nuevo a casa.
Yo soy esa oveja.
ResponderEliminarJesús me busca, me pone en su hombro, me lleva al redil, me cura y me libera, sin que lo merezca…
Y al verme así, veo su amor gratuito, misericordioso…, que se alegra cuando yo reposo en su hombro.
Lo más importante de mi vida, no es decir que yo amo a DIOS.
Sino descubrir lo que El me quiere a mi.