En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente:
- «¿A quién se parece esta generación?
Se parece a los niños sentados en la plaza, que gritan a otros:
"Hemos tocado la flauta, y no habéis bailado; hemos cantado
lamentaciones, y no habéis llorado. "
Porque vino Juan, que ni comía ni bebía, y dicen: "Tiene un demonio. " Vino el Hijo del hombre, que come y bebe, y dicen:
"Ahí tenéis a un comilón y borracho, amigo de publicanos y pecadores."
Pero los hechos dan razón a la sabiduría de Dios.»
Que mi oído esté
ResponderEliminaratento a tus susurros..
Que el ruido cotidiano
no tape tu voz..
Que te encuentre,
y te reconozca
y te siga..
Que en mi vida brille tu luz..
Que mis manos estén abiertas para dar y proteger..
Que mi corazón tiemble con cada hombre y mujer que padecen..
Que acierte para encontrar un lugar en tu mundo..
Que mi vida no sea estéril..
Que deje un recuerdo cálido en la gente que encuentre..
Que sepa hablar de paz, imaginar la paz, construir la paz..
Que ame, aunque a veces duela..
Que distinga en el horizonte las señales de tu obra..
Todo esto deseo, todo esto te pido, todo esto te ofrezco, Padre..
Confiar no es fácil.
ResponderEliminarPero Dios busca lo mejor para nosotros, a pesar de todo.
Aunque nos cueste verlo, y no sepamos como entenderlo.
Hacer la voluntad de Dios, digan lo que digan quienes juzgan, critican y condenan.
Si algo tiene Dios, es paciencia.
Espera siempre, sin condiciones, sin límites.
Y respeta, también.
No es el estilo de nuestra
ResponderEliminarpiedad lo que cuenta.
Lo que verdaderamente nos
santifica es lo que hacemos
por los demás. Cuando nos
preocupamos por cuidar el
mundo y sus gentes, al igual
que lo hace Dios, es cuando
somos verdaderamente santos.