Un espacio donde compartir la Palabra que da sentido y sabor a cada día.. Un lugar de encuentro para mi familia de fe y para todo aquel que quiera acercarse al Amor del Padre.. Bienvenidos..
25 de enero de 2011
La parábola del sembrador..
En aquel tiempo, Jesús se puso a enseñar otra vez junto al lago. Acudió un gentío tan enorme que tuvo que subirse a una barca; se sentó, y el gentío se quedó en la orilla. Les enseñó mucho rato con parábolas, como él solía enseñar: -«Escuchad: Salió el sembrador a sembrar; al sembrar, algo cayó al borde del camino, vinieron los pájaros y se lo comieron. Otro poco cayó en terreno pedregoso, donde apenas tenía tierra; como la tierra no era profunda, brotó en seguida; pero, en cuanto salió el sol, se abrasó y, por falta de raíz, se secó. Otro poco cayó entre zarzas; las zarzas crecieron, lo ahogaron, y no dio grano. El resto cayó en tierra buena: nació, creció y dio grano; y la cosecha fue del treinta o del sesenta o del ciento por uno.» Y añadió: -«El que tenga oídos para oír, que oiga.» Cuando se quedó solo, los que estaban alrededor y los Doce le preguntaban el sentido de las parábolas. Él les dijo: -«A vosotros se os han comunicado los secretos del reino de Dios; en cambio, a los de fuera todo se les presenta en parábolas, para que 6 1 por más que miren, no vean, por más que oigan, no entiendan, no sea que se conviertan y los perdonen. "» Y añadió: -«¿No entendéis esta parábola? ¿Pues, cómo vais a entender las demás? El sembrador siembra la palabra. Hay unos que están al borde del camino donde se siembra la palabra; pero, en cuanto la escuchan, viene Satanás y se lleva la palabra sembrada en ellos. Hay otros que reciben la simiente como terreno pedregoso; al escucharla, la acogen con alegría, pero no tienen raíces, son inconstantes y, cuando viene una dificultad o persecución por la palabra, en seguida sucumben. Hay otros que reciben la simiente entre zarzas; éstos son los que escuchan la palabra, pero los afanes de la vida, la seducción de las riquezas y el deseo de todo lo demás los invaden, ahogan la palabra, y se queda estéril. Los otros son los que reciben la simiente en tierra buena; escuchan la palabra, la aceptan y dan una cosecha del treinta o del sesenta o del ciento por uno.»
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Sembrar es un acto paciente de fe, porque la semilla por muy buena que sea no da fruto por sí sola.. El campesino lo sabe mejor que nadie.. La buena siembra depende de la tierra en la que cae y de otras circunstancias externas, como las condiciones climatológicas, no siempre favorables.. Hay que esperar..
ResponderEliminarRecibe la semilla y deja que se desarrolle en ti.
ResponderEliminarNo intentes tirar de ella para que crezca más deprisa.
Todo desarrollo tiene sus etapas.
En la semilla ya está el árbol completo
Riegala ,cuidala......Ten confianza.
Jesús nos quiere mostrar con
ResponderEliminarqué confianza trabajaba él
para construir un mundo nuevo.
Sabía que muchas veces su
trabajo se echaba a perder,
pero sabía también que sería
fecundo en muchas vidas.