En aquel tiempo, llamó Jesús a los Doce y los fue enviando de dos en dos, dándoles autoridad sobre los espíritus inmundos. Les encargó que llevaran para el camino un bastón y nada más, pero ni pan, ni alforja, ni dinero suelto en la faja; que llevasen sandalias, pero no una túnica de repuesto.
Y añadió: «Quedaos en la casa donde entréis, hasta que os vayáis de aquel sitio. Y si un lugar no os recibe ni os escucha, al marcharos sacudíos el polvo de los pies, para probar su culpa.»
Ellos salieron a predicar la conversión, echaban muchos demonios, ungían con aceite a muchos enfermos y los curaban.
De la convivencia al envío..
ResponderEliminarLos doce pasan de ser espectadores
a ser colaboradores de Jesús en su misión..
De discípulos a apóstoles..
Y desde entonces millones de hombres y mujeres
se dejan la piel por el mensaje del Reino..
Ahi vamos..
Si me cargo de provisiones,
ResponderEliminarmi marcha será lenta y pesada,
me preocuparan otras cosas
Y no veré las necesidades de mi alrededor
El Señor me dice:
Tu ponte en camino que YO velare por ti
Jesús les hace ver que cualquier casa
ResponderEliminarpuede ser buena para hospedarse, y
cualquier alimento digno de comerse.
Lo que más nos humaniza es el saber
que todos tenemos algo que dar y algo
que recibir del otro.
Ser cristiano es ser más humano, más
hermanos.
Darse sin esperar nada,
ResponderEliminares la mejor manera de llevar a Dios.
En cualquier momento, sirviendo,
Acompañando, consolando, orando……
Es la única manera de predicar el Reino de Dios