En aquel tiempo, dijo Jesús a uno de los principales fariseos que lo había invitado:
-«Cuando des una comida o una cena, no invites a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a los vecinos ricos; porque corresponderán invitándote, y quedarás pagado.
Cuando des un banquete, invita a pobres, lisiados, cojos y ciegos; dichoso tú, porque no pueden pagarte; te pagarán cuando resuciten los justos.»
Tú, Señor, nos pones delante del pobre,
ResponderEliminarcon rostro concreto, y nos dices,
me dices, que nos volquemos en él..
Que le hagamos partícipe de nuestra existencia,
sin esperar nada a cambio..
Tan solo el ser como tú,
con entrañas de misericordia..
Hoy el Señor me hace una invitación: acércate a los pobres, a los que nadie ama.
ResponderEliminarhay mucha gente esperando que alguien les ame,
una señal de que te importan, una palabra,
un saludo, una sonrisa, una mirada en medio del sufrimiento.
Y una voz interior me dice: acepta la invitación y sal un poco de ti,
hazlo con generosidad, sin esperar nada a cambio.
Déjate sorprender por la fuerza del amor,