En aquel tiempo, al entrar Jesús en Cafarnaún, un centurión se le acercó rogándole:
- «Señor, tengo en casa un criado que está en cama paralítico y sufre mucho.»
Jesús le contestó:
- «Voy yo a curarlo.»
Pero el centurión le replicó:
- «Señor, no soy quien para que entres bajo mi techo. Basta que lo digas de palabra, y m¡ criado quedará sano. Porque yo también vivo bajo disciplina y tengo soldados a mis órdenes; y le digo a uno: "Ve", y va; al otro: "Ven", y viene; a mi criado: "Haz esto", y lo hace.»
Al oírlo, Jesús quedó admirado y dijo a los que le seguían:
- «Os aseguro que en Israel no he encontrado en nadie tanta fe. Os digo que vendrán muchos de oriente y occidente y se sentarán con Abrahán, Isaac y Jacob en el reino de los cielos.»
Me llamas, me invitas, me sugieres, me animas, me pides..
ResponderEliminar¡ven, caminemos a la luz del Señor!
Sal de tus inercias, de tus inmovilidades, de tus parálisis,
de tus miedos, de la pasividad y comienza a caminar..
¡Ven! Ven conmigo, con nosotros, con la comunidad..
Se están cayendo los muros
ResponderEliminarde las viejas creencias,
el banquete del Reino está
ya abierto para todos.
Me invitas a acoger a todos sin hacer distinciones,
ResponderEliminara estar dispuesta a entrar en el corazón de quien necesita,
a ver lo valioso que hay en cada ser humano.
Gracias por tu humanidad y tu amor.