Un espacio donde compartir la Palabra que da sentido y sabor a cada día.. Un lugar de encuentro para mi familia de fe y para todo aquel que quiera acercarse al Amor del Padre.. Bienvenidos..
30 de mayo de 2012
Engrandece mi alma al Señor..
En aquellos días, Maria se puso en camino y fue aprisa a la montaña,
a un pueblo de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. En cuanto
Isabel oyó el saludo de Maria, saltó la criatura en su vientre. Se llenó Isabel
del Espíritu Santo y dijo a voz en grito: -« ¡Bendita tú entre las mujeres, y
bendito el fruto de tu Vientre! ¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi
Señor? En cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi
vientre. Dichosa tú, que has creído, porque lo que te ha dicho el Señor se
cumplirá.» María dijo: -«Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi
espíritu en Dios, mi salvador; porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho
obras grandes por mi: su nombre es santo, y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación. Él hace proezas con su brazo: dispersa a los
soberbios de corazón, derriba del trono a los poderosos y enaltece a los
humildes, a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide
vacíos. Auxilia a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia -como lo
había prometido a nuestros padres en favor de Abrahán y su descendencia por
siempre.» María se quedó con Isabel unos tres meses y después volvió a su
casa.
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María, enséñanos a abrirnos,
ResponderEliminarde para en par, a la Vida..
Pon nos en camino hacia la Vida en plenitud..
Las manos siempre acogedoras,
siempre abiertas..
El alma, también abierta, acogedora..
Con la vida, como un cántaro,
en busca de la fuente..
Con la Palabra,
tocándonos por dentro el corazón..
Sin miedo a la fecundidad,
sin miedo al fruto..
Para dar, como Tú,
la vida a manos llenas..
La semilla divina ya está dentro de mi.
ResponderEliminarSolo tengo que dejar que se desarrolle.
Si la dejo crecer en mí, enseguida se
manifestará en la superficie de mi ser.
Como María, iré a todas partes,
llevando a Dios.
La tarea más importante nuestra, es engendrar a Dios.
ResponderEliminary dejarle nacer en cada situación, en cada momento.
“Dios me necesita para existir”.