En aquel tiempo, subió Jesús a la montaña a orar, y pasó la noche
orando a Dios.
Cuando se hizo de
día, llamó a sus discípulos, escogió a doce de ellos y los nombró apóstoles:
Simón, al que puso de nombre Pedro, y Andrés, su hermano, Santiago, Juan,
Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago Alfeo, Simón, apodado el Celotes,
Judas el de Santiago y Judas Iscariote, que fue el traidor.
Bajó del monte con ellos y se paró en un llano,
con un grupo grande de discípulos y de pueblo, procedente de toda Judea, de
Jerusalén y de la costa de Tiro y de Sidón.
Venían
a oírlo y a que los curara de sus enfermedades; los atormentados por espíritus
inmundos quedaban curados, y la gente trataba de tocarlo, porque salta de él una
fuerza que los curaba a todos.
…y pasó la noche orando a Dios..
ResponderEliminarJusto antes de hacer algo trascendental,
elegir apóstoles..
Te pones en relación directa con el Padre..
Te retiras, subes a la montaña,
pasas la noche orando..
Lugar apartado, tiempo, tranquilo,
sereno, sin interrupciones..
Enséñame a orar así, Señor,
en la montaña, en la noche,
para estar en intimidad contigo..
Y VER con claridad,cuando me siento a oscuras..
Orar, estar en relación,descubrir, sentir,fiarse.......
ResponderEliminarel espíritu nos da la fuerza,
para seguir el ejemplo de Jesus,
dar vida,aliviar el dolor,
contagiar felicidad........