En aquel tiempo, dijo Jesús a sus
discípulos:
-«Como sucedió en los días de Noé,
así será también en los días del Hijo del hombre: comían, bebían y se casaban,
hasta el día que Noé entró en el arca; entonces llegó el diluvio y acabó con
todos.
Lo mismo sucedió en tiempos de Lot:
comían, bebían, compraban, vendían, sembraban, construían; pero el día que Lot
salió de Sodoma, llovió fuego y azufre del cielo y acabó con
todos.
Así sucederá el día que se
manifieste el Hijo del hombre.
Aquel día, si uno está en la azotea
y tiene sus cosas en casa, que no baje por ellas; si uno está en el campo, que
no vuelva.
Acordaos de la mujer de
Lot.
El que pretenda guardarse su vida
la perderá; y el que la pierda la recobrará.
Os digo esto: aquella noche estarán
dos en una cama: a uno se lo llevarán y al otro lo dejarán; estarán dos moliendo
juntas: a una se la llevarán y a la otra la dejarán. »
Ellos le
preguntaron:
-«¿Dónde,
Señor?»
Él contestó:
-«Donde se reúnen los buitres, allí
está el cuerpo.»
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