Un sábado, entró Jesús en casa de uno de los principales fariseos para comer, y ellos le estaban espiando. Jesús se encontró delante un hombre enfermo de hidropesía y, dirigiéndose a los letrados y fariseos, preguntó: «¿Es lícito curar los sábados, o no?» Ellos se quedaron callados. Jesús, tocando al enfermo, lo curó y lo despidió.
Y a ellos les dijo: «Si a uno de vosotros se le cae al pozo el burro o el buey, ¿no lo saca en seguida, aunque sea sábado?» Y se quedaron sin respuesta.
Ninguna ley puede ser realmente
ResponderEliminarválida si su cumplimiento impide
a la sociedad hacer el bien.
Por tanto, debemos buscar la Ley
que está por encima de la ley.
Tenemos que preguntarnos si la ley
que observamos es equiparable al
bien que debemos hacer a pesar de ella.
El amor no tiene ni dias ni vacaciones.
ResponderEliminarTodo momento es bueno para hacer lo que se pueda,para el bien de mis hermanos.